lunes, 10 de marzo de 2014

Sin darte cuenta.



De repente todo fluye, de repente te levantas día tras día con una sonrisa, y sin más te has enamorado. Tras tanto buscar, en el momento que menos te lo esperabas, en el momento que te habías dado por vencida, encuentras ese algo diferente. Algo que empieza poco a poco, sin preocupaciones y sin ataduras y ni te das cuenta que los días suman. Entonces llega el día que te das cuenta que el es lo más significante que tienes en este momento. Te dibuja una sonrisa diaria, es el oído sordo para tu problemas, un hombro en el que dejas caer tus lagrimas, unos brazos que te envuelven, ... de repente ha llegado la felicidad.



Te quiero.

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